“Políticas públicas en materia de seguridad
social y la pobreza en México”
Rodrigo Samavarti Landgrave Tellez
La seguridad social en México se ha convertido en uno de los temas de
suma importancia dentro de nuestra sociedad puesto que ha experimentado
dificultades. Uno de los problemas fundamentales que enfrenta la seguridad
social en México, es que no ha podido proporcionar protección a las clases
sociales más débiles de nuestra sociedad, ocasionando que muchos mexicanos se
vean rezagados en sus derechos sociales.
Los derechos sociales constituyen un elemento característico en los
Estados democráticos y de aquellos que reconocen un Estado de derecho como
elemento primordial de protección a los derechos fundamentales. Estos derechos
constituyen ciertas normas esenciales de protección a los grupos sociales
desprotegidos y marginados, como los obreros y los campesinos.
Uno de los elementos de nuestro sistema económico que ha ocasionado el
rezago de los derechos sociales, es el neoliberalismo o la mundialización, que
ha traído como consecuencia fuertes cambios tecnológicos, ocasionando que sea
cada día menos necesaria la mano de obra y a su vez, ha suscitado una reducción
en la protección social debido a los intentos por parte del gobierno de
promover la competitividad y atraer la inversión extranjera.
Los países en “vía de desarrollo”, como es el caso de México, ha
generado que exista una fuerte brecha en cuanto a ingreso salarial, dando
origen a amplios grupos vulnerables que no
pueden cotizar a los regímenes de seguridad social, teniendo en cuenta
que dichos grupos vulnerables, muchas veces son personas discapacitadas o
personas de edad avanzada que no cuentan con un respaldo familiar y que no han
podido hacer previsiones para sus propias pensiones.
El uso de las políticas públicas en México se ha convertido en una
especie de herramienta para la solución de un problema social que muchas veces
no puede resolverse a través de un marco jurídico que lo regule, es por eso
necesaria la implementación de dichos instrumentos, pero ¿Qué son las políticas
públicas?, Carlos Salazar Vargas las define de la siguiente manera:
Las políticas públicas son las
sucesivas respuestas del Estado (del régimen político o del gobierno en turno)
frente a situaciones socialmente problemáticas […]. Las políticas públicas
forman parte de toda una batería de soluciones específicas, concretas y
determinadas, destinadas al manejo de ciertos asuntos públicos que se catalogan
como “situaciones socialmente problemáticas”[1].
Las políticas públicas son cursos de acción destinadas a la solución de
problemas de interés público, las cuales se concretan en un conjunto de
acciones y decisiones fundamentalmente por el gobierno para establecer
programas de desarrollo social.
Para poder elaborar una política pública el primer elemento que se debe
tomar en cuenta es la definición del problema público, es decir, ¿Qué tipos de
problemas sociales afectan a bien común? Porque si no afectan a una buena parte
de la ciudadanía, no tiene caso la implementación de una política pública. El
establecimiento de una política pública se debe caracterizar porque afecta a una
gran parte de la ciudadanía, como es el caso de la seguridad social.
La relación que existe entre una política pública y la pobreza parte de
la persistente desigualdad económica, siendo una problemática que enfrenta el
Estado mexicano para generar alternativas de inclusión y movilidad social entre
los distintos sectores de la población.
La marginación y la pobreza en México de acuerdo a catedráticos como
Gregorio Iñiguez, sus orígenes se remontan debido a que existe “una forma de
control por parte del Estado a favor de las clases dominantes, denominados “burgueses”
aprovechándose del poder y control de los recursos que tienen[2]”, dando
a entender que día a día los funcionarios públicos de nuestro país se
enriquecen a costa del pueblo, de sus impuestos y de sus bajos salarios.
Gregorio Iñiguez establece que “el
derecho no vino a conciliar intereses
sino a imponerse imperativa y coactivamente a la clase detentadora de los
medios de producción, esto es, a la burguesía[3]”,
de alguna u otra forma el autor tiene cierta parte de razón puesto que el
derecho mexicano del trabajo funciona sobre un cierto mínimo de garantías
sociales a favor de los trabajadores, susceptibles de ser mejoradas a través de
contratos individuales y colectivos. Sin embargo hay beneficios limitados en
dichos contratos como son: los salarios raquíticos, que muchas veces al obrero
no le alcanza para satisfacer sus necesidades básicas y a su vez, la aportación
patronal al fondo de vivienda.
En los
países capitalistas como es el caso de México, el poder y la riqueza pertenecen
a un grupo reducido de personas. Todos ellos aspiran constantemente a aumentar
sus riquezas, invirtiendo parte de sus ganancias en la compra de nuevas
máquinas, materia prima, parcelas de tierra, entre otros elementos para
incrementar su capital.
La
pobreza en México es una realidad que se vive día a día y que es necesario
establecer políticas públicas para tratar de disminuir ésta. La pobreza como la
define CONEVAL “está asociada a condiciones de vida que vulneran la dignidad de
las personas, limitan sus derechos y libertades fundamentales, impiden la
satisfacción de sus necesidades básicas e imposibilitan su plena integración
social[4]”.
La forman en que viven los mexicanos refleja la obligación del gobierno federal
sobre las necesidades básicas humanas, los no pobres oficiales (ósea aquellos
que superan la línea de la pobreza “patrimonial”) pasan a segundo plano por
parte del gobierno federal puesto que ya no se encuentran en situación de
“pobreza extrema”.
La
Constitución Política de los Estados Unidos mexicanos en su artículo 123 contempla
un abanico de derechos sociales, entre los cuales se encuentran: el derecho al
trabajo, al salarío mínimo, el derecho al tiempo libre, la protección de los
menores y la asistencia social. Estas estipulaciones –desde mi punto de vista-
no se cumplen debido a que no toda la población económicamente activa tiene
acceso al trabajo, no toda la población asalariada recibe un ingreso igual o
superior al mínimo y este a su vez, es insuficiente para satisfacer las
necesidades básicas de su familia.
Los
derechos sociales de los mexicanos reconocidos en nuestra Constitución y en
leyes secundarias, tienen ciertas limitaciones, pero sobre todo muchos de esos
derechos son letra “muerta”, es decir, no se aplican en la realidad social.
La
pobreza generalmente se asocia con la carencia de bienes y servicios, con la
insatisfacción de necesidades básicas humanas, que como establecería Julio
Boltvinik “la pobreza es un testimonio de derechos humanos incumplidos, de
falta de respeto a la dignidad humana[5]”,
pero, ¿cómo podemos definir quienes son pobres y quienes no?, nuevamente el
autor nos dice que para poder establecer un índice de pobreza podemos utilizar
seis elementos, siendo estos los siguientes:
1.
El ingreso corriente
2.
El patrimonio familiar
3.
Los activos no básicos y la capacidad de
endeudamiento del hogar
4.
El acceso a los bienes y servicios gratuitos
5.
El tiempo libre disponible para el descanso
6.
Los conocimientos de las personas[6]
Estos
seis elementos constituyen elementos importantes para poder establecer no de una
manera exacta pero lo más cercano a la realidad, que personas se encuentran en
el umbral de la pobreza extrema y que personas tienen “satisfechas” sus
necesidades básicas.
Dentro
de toda sociedad, el Estado debe garantizar a los individuos un nivel de vida
mínimo y debe cumplir con las necesidades individuales, asegurando a todos sus
habitantes un ingreso suficiente para satisfacerlas y hacer frente a los
principales problemas de la vida humana, es decir, a la vejez, la enfermedad,
el desempleo, entre otros elementos. Poner en práctica la implementación de una
política pública en materia de seguridad social debe establecer como idea
principal la igualdad de oportunidades para cualquier individuo en la sociedad,
dando a entender que dicha “igualdad” consiste en otorgar a los individuos la
capacidad de obtener ingresos que satisfagan sus necesidades básicas.
Las políticas públicas en materia de seguridad social (o políticas sociales
como luego se les suele llamar) deben ser entendidas como un conjunto de
medidas destinadas a asegurar la satisfacción mínima de las necesidades básicas
humanas y a su vez, el desarrollo del Estado de Bienestar. Para la construcción
plena del Estado de Bienestar, como menciona Octavio Carlos Portilla Marcial
debe cumplir con los siguientes requisitos:
El Estado de bienestar […]
debe ser aquel que proteja o cobije a todos aquellos sectores de la sociedad
que las fuerzas del mercado hayan excluido y segregado del desarrollo. Esta
protección consistiría en el suministro de recursos, bienes y servicios hacia
el mayor número de población que lo requiriera[7].
Las políticas públicas en materia de seguridad social deben ser un
verdadero instrumento que apoye a aquel grupo de individuos que se encuentre
imposibilitado ya sea por cuestiones físicas, mentales o inclusive de edad,
para conseguir por sí mismos un bienestar integral para poder satisfacer sus
necesidades básicas.
El continuo y cada vez más grande número de personas imposibilitadas
para desarrollarse plenamente en nuestra sociedad mexicana, hace necesaria la
participación del Estado dentro de la seguridad social, que dote de
instrumentos necesarios a los individuos para que puedan satisfacer sus
necesidades básicas humanas, pero esto se torna
cada día más difícil, puesto que el neoliberalismo en nuestro país busca
intereses particulares y no sociales, reflejándose dicho problema no solamente
en la seguridad social sino también es aspectos económicos, políticos,
ambientales, entre otros.
Fuentes
consultadas
1.- Salazar Vargas, Carlos, La definición de política pública en: http://www.fundacionpreciado.org.mx/biencomun/bc209/C_Salazar.pdf, [en línea], consultado el 8 de mayo
del 2014 a las 14:24 hrs.
2.- Iñiguez Romero, Gregorio “La pobreza en nuestro México” en: http://www.eumed.net/rev/cccss/07/gir.pdf, [en línea], consultado el 8 de mayo
del 2014 a las 15:10 hrs.
3.- CONEVAL “Metodología para la medición multidimensional de la pobreza en México”
en: http://www.coneval.gob.mx/rw/resource/Metodologia_Medicion_Multidimensional.pdf, [en línea] consultado el 8 de mayo
del 2014 a las 16:40 hrs.
4.- Boltvinik, Julio y Damian Araceli, Derechos humanos y medición oficial de la pobreza en México, Red de
revistas científicas de América Latina y el Caribe Ciencias Sociales y
Humanidades, p.106.
5.- Boltvinik, Julio y Damian Araceli, La pobreza en México y en el mundo, editorial Siglo XXI, 2001, pp.
439-440.
6.- Portilla Marcial, Carlos Octavio,
“Política social: del Estado de bienestar
al Estado neoliberal, las fallas recurrentes en su aplicación” en: http://www.redalyc.org/pdf/676/67681607.pdf, [en línea], consultado el 9 de mayo
del 2014 a las 10:20 hrs.
[1]
Salazar Vargas, Carlos, La definición de
política pública en: http://www.fundacionpreciado.org.mx/biencomun/bc209/C_Salazar.pdf,
[en línea], consultado el 8 de mayo del 2014 a las 14:24 hrs.
[2]
Iñiguez Romero, Gregorio “La pobreza en
nuestro México” en: http://www.eumed.net/rev/cccss/07/gir.pdf,
[en línea], consultado el 8 de mayo del 2014 a las 15:10 hrs.
[3]
Ibidem.
[4]
CONEVAL “Metodología para la medición
multidimensional de la pobreza en México” en:
http://www.coneval.gob.mx/rw/resource/Metodologia_Medicion_Multidimensional.pdf, [en línea] consultado el 8 de
mayo del 2014 a las 16:40 hrs.
[5]
Boltvinik, Julio y Damian Araceli, Derechos humanos y medición oficial de la
pobreza en México, Red de revistas científicas de América Latina y el
Caribe Ciencias Sociales y Humanidades, p.106.
[6]
Boltvinik, Julio y Damian Araceli, La pobreza en México y en el mundo,
editorial Siglo XXI, 2001, pp. 439-440.
[7]
Portilla Marcial, Carlos Octavio, “Política
social: del Estado de bienestar al Estado neoliberal, las fallas recurrentes en
su aplicación” en: http://www.redalyc.org/pdf/676/67681607.pdf,
[en línea], consultado el 9 de mayo del 2014 a las 10:20 hrs.